Liguria Occidental.

Dejamos atrás un par de días lluviosos y tristes con los que ha querido despedirse Francia y entramos en Italia con el mismo tiempo estival que venimos disfrutando a lo largo del viaje.
Una costa con ligeros sube y bajas por los que resulta agradable pedalear, además coincidiendo con el fin de semana, nos cruzamos con centenares de ciclistas, eso sí, de punta en blanco.
En el castillo-albergue de Finale Ligure, conocemos a Kohei, un joven japonés que pedalea en dirección contraria en su periplo por Europa. Cuando tratamos de explicarle nuestros planes de viaje, así como los kilómetros a realizar, enseguida y como buen japonés saca la cuenta de que llevamos la décima parte del kilometraje estimado.
Puestos a observar datos objetivos, compruebo sobre el mapa que nos encontramos en la zona más septentrional de la ruta, por lo que a partir de ahora, solamente nos resta descender (aunque sólo sea en latitud).
Tres jornadas de pedaleo nos conducen hasta Génova.

2 comentarios:

Unknown dijo...

La verdad que me siento avergonzada leyendo vuestro viaje por Italia, de haber pasado aquí un año y no haber visto ni la mitad de lo que ha llegado a vuestros ojos. Las fotos son maravillosas y se ve que estais disfrutando cada metro cuadrado de terreno. Espero que algún día pueda hacer yo lo mismo. Deberíais hacer una asociación. Un beso muy grande de vuestra amiga de Finale (la cantante)

Unknown dijo...

Ah! Por cierto!
La foto de los candados tiene un sentido. Es una moda que ha venido este año con la película "Ho voglia di te". En dicho film los protagonistas ponen un candado con su nombre en un puente como símbolo de su amor. Por esta razón en Italia en casi todos los puentes y como en la foto, en las farolas, encontramos cantidad de candados puestos (espero que por los jovencitos en edad del pavo) influenciados por esta película.