Del Tirreno al Adriático.

Desde Génova, siempre hemos sido acompañados por la Cordillera de los Apeninos a nuestra izquierda, pero si queremos cruzar la Península de Oeste a Este no nos quedará más remedio que atravesarla.
En Salerno buscamos sobre el mapa carreteras secundarias que nos dirijan a Bari - !ni una sola línea recta! -. Ya en la carretera comprobamos que las curveadas líneas no son otra cosa que reviradas carreteras que ascienden hasta los 1000 metros. Al cabo de tres jornadas nos presentamos en Matera.
La curiosa historia de Matera.

Lo que empezaron siendo simples grutas, acabaron convirtiéndose en hogares hasta crear un enorme complejo troglodita. Años más tarde, el gobierno entendió que aquello no reunía las condiciones necesarias para la vida humana y obligó a sus moradores a abandonar los sassis (casas excavadas en roca). Pero en 1993 la zona de los sassis fue declarada Patrimonio Mundial por la Unesco y lo que había supuesto una vergüenza, paso a convertirse en el mayor reclamo turístico de la zona. Quizá también, el que esta antigua ciudad se eligiera como escenario para el rodaje de "La Pasión de Cristo" contribuyó en parte.
Con el viento de culo completamos la última etapa hasta Bari, donde la Península itálica, de un enorme taconazo, nos enviará hasta Dubrovnik (Croacia). Atrás dejamos un país que nos ha ofrecido mucho más de lo que esperábamos. Sus hermosas ciudades, su abrupto litoral, su buen tiempo, y también sus cremosos helados, harán que nos llevemos un buen sabor de boca.

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